¿Botox o meditación? Revelamos el secreto

Les desvelamos  el secreto para tener una piel fresca y lozana: la meditación, considerado el botox natural para la eterna juventud.

Por: Cecilia Avilés

 

En ocasiones no son suficientes las cremas hidratantes ni los múltiples métodos para prevenir el envejecimiento. El cuidado de la piel no solo se trata de visitar constantemente una estética, probar líneas enteras de belleza u optar por procedimientos invasivos. En concreto, va más allá de tratamientos externos.

El nuevo botox, bautizado así por diversos especialistas en la materia, es la meditación, práctica que beneficia al ser humano en diversos sentidos, y mejora los problemas que desencadena un ritmo acelerado de vida.

La piel, por su parte, si bien sufre a causa de factores como la exposición solar en exceso y una alimentación pobre en nutrientes saludables, también lo hace por el estrés, la ansiedad y otros trastornos que generan insomnio y fatiga. Por tal motivo, el equilibro del cuerpo y la mente es vital para conservar su frescura y lozanía.

De acuerdo con la doctora Elizabeth Blackburn, premio Nobel de Medicina en 2009, la meditación es mucho más que una práctica espiritual, realmente puede ser considerado un tratamiento recomendable pues incrementa la actividad de la telomerasa, la enzima de la eterna juventud, y por consiguiente, retrasa su envejecimiento natural y evade que se anticipa antes de tiempo.

Conscientes de la importancia de esta práctica, famosas como Jennifer Aniston, Gisele Bündchen, Jessica Alba, Reese Witherspoon y Katy Perry han incorporado a sus rutinas de entrenamiento no solo el yoga sino también la meditación para mantener sus pieles radiantes sin necesidad a recurrir a otros métodos.

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