Yliana Yepez a la conquista del mundo con sus accesorios

Con paso firme, la diseñadora venezolana conquista cada vez más el gusto de féminas con una propuesta que conjuga elegancia y estilo

Alejandro Celedon Mendoza – @alejoceledon

Yliana Yepez a la conquista del mundo con sus accesorios

Que Cara Delevingne, Lady Gaga, Olivia Palermo o Demi Moore usen sus carteras ha sido importante, pero no determinante para el éxito alcanzado hasta ahora; la perseverancia, la disciplina, el profesionalismo y, claro está, tener un producto de calidad son las claves, asegura la diseñadora Yliana Yepez respaldada por sus 25 años en la industria, primero con Blue by Kyky, su primer emprendimiento en Venezuela, y ahora con su marca homónima de carteras, con 6 años en el mercado, que continúa en crecimiento: a las plazas de Estados Unidos, México y Latinoamérica suma el de Madrid con un espacio en El Corte Inglés de Serrano.

Cabe destacar que a Madrid entró por la puerta grande, de la mano de esa otra reina que tiene España: Isabel Preysler, para quien hoy diseña piezas exclusivas. Primero fue un clutch, el modelo Grace, que la socialité lució en una de sus salidas con su actual pareja, el escritor Mario Vargas Llosa, para luego diseñarle, por petición de la propia Isabel, la cartera para la boda de una de sus hijas.

Yliana Yepez a la conquista del mundo con sus accesorios

¿Cómo ocurre esto?, le indago.

Ocurre porque existen los estilistas de moda, quienes siempre están buscando piezas y diseñadores nuevos para el look de las celebridades. Fue una gran oportunidad que la de Isabel conociera mi trabajo y se enamorara de él.

Pero no es solo la Preysler, más de 50 celebridades españolas lucen las piezas de Yliana Yepez, algunas en escenarios tan importantes como la red carpet del Festival de Cannes.

¿Cuál es el ADN de tu marca?

A lo mejor estoy errada, pero pienso que yo no hago simplemente carteras. Mis piezas las hago desde un punto emocional, es como si tuvieras una joya. Son funcionales, de calidad, me esmero en conseguir buenas pieles, los herrajes llevan un baño dorado que no es el típico usado por otras compañías, pero es el que quiero ofrecerle a mis clientas. No sé hacer bocetos, no sé manejar programas de diseño, tengo una persona especializada a quien le digo lo que quiero, lo que tengo en mente, las medidas. En la compañía hacemos los patrones desde cero, sería muy fácil copiar uno que ya está y solo cambiarle la fachada, pero nos gusta ser originales.

¿Cómo evitas repetirte?

No tengo la menor idea. Uno de mis atributos, y lo digo humildemente, es mi capacidad de ver en 360 grados. Cuando estoy armando una colección y la veo exhibida en mi show room pasa que a veces le digo a mi equipo: no me gusta, le falta algo. Entonces salgo a ver materiales y surgen nuevas ideas.

¿Te sientes satisfecha con lo logrado hasta ahora?

Sí, me siento orgullosa de ser tan pequeñita, de ser solo un punto en el planeta del diseño emergente de los accesorios, de saber que mi mini Giovanna es original, no existía, y está hoy de moda, la hice en 2013 y se sigue vendiendo. Eso es muy gratificante. Mis fabricantes son los mismos de Prada, Gucci, Carolina Herrera, para ellos hacen cientos de carteras, y para mí solo 25 por color, pero es gratificante que crean en mí, en una latinoamericana.

Siento que todavía no estoy en mi punto, todavía no estoy en el mercado asiático y me gustaría, o no he llegado todavía a los influencers que quiero. Hay gente que todavía me sigue descubriendo.

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