José Forteza: Mixtura albiceleste

Su paso por el mundo del jazz y el periodismo hablan de una percepción variopinta y reflexiva. Desde hace 15 años ocupa la posición de Editor Senior en Condé Nast Latinoamérica.

La hondura de su mirada nos recuerda las teorías de algunos filósofos presocráticos, quienes creyeron que el alma era un principio vital, el cual establece los roles que desempeñarán los hombres. Sus ojos albicelestes son testigos fieles de sus orígenes que hablan del Caribe y el sentir ibérico. Nacido en la Habana de padres españoles y cubanos, José Forteza es un claro ejemplo de que el intelecto y las artes no tienen fronteras físicas y mucho menos mentales. Al salir de su Cuba natal,  la travesía apenas iniciaba. Desde joven ejerció el periodismo en Newsweek, profesión que supo fusionar a la perfección con su pasión por el jazz. En la actualidad todo este compendio lo llevó a conformar el staff de Condé Nast Latinoamérica. En esta meca de la moda comparte desde hace 15 años en sus múltiples plataformas, diversos análisis que nacen como respuesta ante los cambios disruptivos de este lado del continente.

Cuéntanos por qué decidiste incursionar en el mundo editorial luego de una larga trayectoria en la industria de la música…

Durante mis años en la música, como representante artístico y productor, estuve vinculado con los medios en la imagen y proyección de mis artistas; así que el tema no me era ajeno y siempre me gustó. Además, soy graduado de Relaciones internacionales y Periodismo, lo que me daba las herramientas para desarrollarme en el mundo editorial. En 1990 cuando la industria de la música se revolucionó con la fuerza de los nuevos medios digitales, un nicho como el jazz, en el que me movía, sufrió particularmente y, también, quienes vivíamos de eso. Entonces me uní a unos amigos que recién fundaban una casa editorial en Miami y ahí empezó todo.

¿Cómo define el perfil de un editor de revistas?

Lo primero es estar claros de que no tenemos la verdad absoluta y que nos queda muchísimo por aprender. Debe ser también una persona muy informada y que conozca meticulosamente a su lector, la lengua en la que escriba y edite, con una cultura general que trascienda el contenido específico de su título, abierto a trabajar en equipo sin poses de diva ni ínfulas de tirano, y con “olfato” para captar y llevar a sus lectores lo que sea realmente educativo e interesante de una manera atractiva.

 ¿Recuerda algún aprendizaje que haya obtenido de esta nueva generación de editores?

Por supuesto… Lo recuerdo todos los días cuando cualquiera de mis colegas —todos más jóvenes que yo— me hacen enterarme de cómo va cambiando el lenguaje, me ponen al día y me entrenan en todo el universo de apps. Me dejan observarlos y captar los resortes e intereses que mueven a los millenials, a la generación Y, y a la generación Z. Si quieres una anécdota específica hace unos años no comulgaba del todo con la figura del bloguero y, también, estaba reacio al tema de las redes sociales, que me parecían una flagrante violación de mi privacidad. Entonces la jovencísima editora de Vogue México me “conquistó”, y entendí el valor de la inmediatez que los nuevos medios ponen en nuestras manos. Desde entonces no solo me ocupo de mis redes, sino que valoro su dimensión y, lo más importante, me he conectado irrestrictamente con el trabajo de los blogueros y el absoluto respeto que merecen.

Cómo define la moda latina y a quiénes considera emblema de esta nueva generación de diseñadores

Bueno, no he sido “senior” durante 15 años… ¡Alguna vez fui joven! Pero en este tiempo sí he tenido el privilegio de ver como Latinoamérica se ha posicionado, primero, a través del valor de sus excepcionales materiales (la alpaca, la vicuña, el algodón pima, la plata, el oro, las gemas); luego, con el desarrollo de las voces auténticamente nacionales en términos creativos, pero no con un aire folclorista ni una oda a lo local, sino con la consciencia y capacidad de insertarse con valía propia en el mundo global de la moda. Ahora, pienso que la batalla va por la proyección de los talentos y darles a conocer aún más. Sobre quiénes son emblemáticos, sigo una regla: nunca menciono nombres.

¿Cree que el lujo puede ser alcanzable a través del arte?

Creo que el arte —el buen arte— es un lujo por el impacto en la vida de quienes lo admiran y se motivan con él, no por ser excluyente ni depender de la capacidad de unos pocos para convertirlo en su posesión.

Podría describirnos cómo es su escritorio ¿posee alguna obra de arte, fotografía o algo en especial que lo inspire?

Mi computadora, una foto de familia, y un montón de cosas que se posan y vuelan a velocidad vertiginosa. Lo que me inspira no suele estar encima de mi escritorio, lo llevo en mi mente. 

¿Con cuál manifestación artística se identifica?

La música específicamente el jazz y su ilimitada capacidad para amalgamar armonías, improvisar y generar variaciones sobre un tema. Creo que es también muy sensual. Si te refieres a movimientos estéticos, ando por los impresionistas.

La política y la moda han cobrado especial relevancia como un tándem indisoluble. ¿Se ha sentido identificado con alguna propuesta  de este primer trimestre del año?

Me identifico con la disposición de los creadores y las marcas a ser inclusivos y no creer en fronteras ni límites de ningún tipo. Creo que es una suerte que la industria viva la realidad de la accesibilidad, la versatilidad de temas como el género neutro, y el respeto por la tradición de la sastrería aplicada a una elegancia práctica para ser vestida.

El lujo epicúreo

Podría compartirnos cuál de las novedades  presentadas en SIHH y Baselworld capturó más su atención

Lo mejor fue ver como todas las casas de alta relojería dirigen sus propuestas a una mujer que ama la feminidad y la composición estética de una joya para medir el tiempo, a la vez que entiende y demanda las innovaciones y complicaciones de alta tecnología que, en una época, se pensaban atractivas solo para los hombres.

¿Qué debe poseer una pieza de alta joyería para ser considerada atractiva?

Lo mismo que una partitura musical, una obra de artes plásticas, un ballet, un buen filme o una persona especial en tu vida: Hacerme pensar en ella una y otra vez después del primer encuentro.

El concepto de la sensualidad ha evolucionado en la moda. Como editor, podría describirnos qué considera atractivo en una mujer

La seguridad en sí misma. Nada conquista más que una mirada directa y un ademán preciso.  En cuanto a lo físico, varía de persona a persona. Los patrones de sensualidad y belleza también son cambiantes. Afortunadamente, quiero pensar que ya estamos pasando la era de la delgadez extrema y malsana. Creo que todos asumen y disfrutan que la salud es lo más bello y sensual, y existe en siluetas menos voluminosas o en las curvas más acentuadas.

¿Cree que la sensualidad pueda funcionar como un arma de ascenso social?

Depende del ascensor al que te refieras dentro del rascacielos social y del piso al que pretendas llegar. Pero como principio, no debiera funcionar.

Un icono femenino que haya marcado un antes y un después en cuanto a erotismo se refiere…

Eso siempre dependerá del ojo de cada quien. En mi caso, Marilyn Monroe sería una respuesta obvia. Kylie Minogue una respuesta más honesta.

“No soporto en un periodista la superficialidad, el plagio y la petulancia”

La agilidad mental de un editor

Muchos razonan que cada atuendo es un estandarte de la idiosincrasia personal ¿qué no puede faltar en su indumentaria?

¡Mi cerebro!

Un disco que resuma gran parte de su vida

Kind of Blue, de Miles Davi

Un libro infaltable en su cabecera persona

El recurso del método, de Alejo Carpentier

Si tuviese que definirse en tres palabras ¿cuáles serían?

Honesto, leal, vanidoso.

¿Qué se debe tener para ser considerado su amigo?

Transparencia y lealtad.

Un fotógrafo

Annie Leibovitz.

¿Considera que Latinoamérica tiene protagonismo en el know how de las tendencias?

Aún no. Hay mucho por hacer y merece más.

El diseño mexicano es un vehículo de expresión puro y lleno de arte. ¿Existe otro país o herencia cultural que se ajuste a esta definición?

Creo que todos se ajustan de alguna manera. En el caso de algunos países el fuerte está por los textiles y la tradición de su elaboración y uso, en otros la ornamentación o la artesanía. También está el gran legado de orfebrería y trabajo joyero, algo tan poderoso como los bordados y tejidos, con toda su carga simbólica… Hay mucho en todo nuestro continente.

Un diseñador venezolano que haya cautivado su atención

Todos los que no olviden a su país… He conocido a muchos durante los años, desde mi etapa en la música, cuando los encontraba en Juan Sebastián Bar o en los conciertos de Jazz del Teresa Carreño,  al final de los noventas cuando se hacía Mercedes Benz Fashion Week, en Caracas; y ahora, que nos vemos en muchos sitios. Les respeto y admiro por su talento, tenacidad y empeño.

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