Ángel Sánchez: A la conquista de la Ciudad del Sol

Sánchez+Coleman Studio es la nueva apuesta del diseñador venezolano en la ciudad de Miami. Un espacio que aspira integrar moda y arte

Por Alejandro Celedón Mendoza / @AlejoCeledon Agradecimientos: Blue Service Press

 

Su nombre es sinónimo de elegancia y sofisticación; de minimalismo y estructura; de novias deslumbrantes y alfombras rojas; de Valera, su ciudad natal, y de Venezuela toda. En 1997 decidió irse a Nueva York. En sus maletas llevaba una década dedicada a las pasarelas, consagrado ya como uno de los diseñadores más importantes de Venezuela, dueño de un estilo definido, inconfundible, exitoso que ya asentado en la capital del mundo, destacó los atributos de Meryl Streep, Sandra Bullock y Eva Longoria, entre otras luminarias del séptimo arte, y de tantas otras mujeres que confiaron en su arte para brillar en noches deslumbrantes y, sobre todo, para decir “sí, acepto”, frente a un altar.

Ahora, con casi 30 años de carrera, satisfecho con lo logrado y motivado para seguir evolucionando, emprende una nueva conquista. La seductora Miami, con su sol envidiable, sus palmeras y su tumbao latino, es su objetivo; a ella llega con mucho más que sus vestidos. Sánchez+Coleman Studio, en sociedad con Chris Coleman, su pareja, es la apuesta. Se trata de un espacio integrado en el que confluyen las tres pasiones de su vida: moda, arquitectura y arte. Su mayor reto, asegura, está en transmitir esta nueva fórmula de manera clara, con una integración plena de todos sus elementos pero, al mismo tiempo, claramente definidos por separado.

 

¿Qué te hizo mirar a Miami tras varios años residenciado en Nueva York?

Llevaba varios años pensando abrir tienda en Miami. La razón más importante fue estar más cerca y accesible al cliente latino que ha sido tan leal. Después decidí que abrir una tienda no era exactamente la fórmula. Mi pareja y yo optamos por un espacio creativo multidisciplinario que me permitiera estar más accesible a mis clientes y en el que pudiéramos desarrollar nuevos proyectos.

¿Cuál es el ADN de Sánchez+Coleman Studio?

Preferí la intimidad de una casa. En la mezzanina está todo el proceso creativo de nuestros proyectos de interiorismo; abajo, está una editada selección de mis colecciones, donde atendemos al cliente por cita y sin prisas mientras disfruta un cafecito o una copa de rose, en un espacio pleno de buen arte y objetos de diseño, y sobre todo en una privacidad absoluta.

 

 

En cuanto a las piezas de arte, ¿bajo qué concepto los seleccionaron?

La curaduría la hacemos en colaboración exclusiva con Espace-Zafra, galería parisina especializada en artistas latinoamericanos como Manuel Mérida y Francisco Salazar, quienes han sido referencias e inspiración en mi trabajo de moda, e inclusive, han estado muy presentes en espacios de interiorismo que hemos diseñado.

¿Cómo te has sentido en este regreso a la arquitectura y con tu incursión en la decoración de interiores?

Estoy tan entusiasmado haciendo interiorismo que a veces tengo que disciplinarme para sentarme a bocetear trajes. Veo mucha similitud en el proceso creativo: hacer un Mood Board, seleccionar materiales, hacer los dibujos, supervisar la ejecución y después de unos meses de mucho trabajo ver hecha realidad tu visión. ¡Es justo como una colección! Y te da la misma satisfacción.

Sueño que algún día un espacio diseñado por mí tenga la misma apreciación que una de mis colecciones, que al final se defina como un estilo de características múltiples. Me imagino diseñando un hotel, un restaurant y una colección simultáneamente y que todos esos proyectos estén creativamente relacionados.

¿Tu estilo como diseñador de modas se deja ver en la arquitectura y el interiorismo o los asumes con otra visión?

Estoy justamente tratando de conciliar y definir poco a poco mi estilo en el interiorismo, y creo que ya encuentro muchos puntos en común con mi moda, en la que me apego a lo clásico, lineal, de pocas intenciones. Tanto en mi trabajo de moda como de interiores mi intención en común es lograr sofisticación, calidad y modernidad.

¿Cómo ves a Miami y su transformación de ciudad de jubilados a una de las capitales más vibrantes del momento?

Después de tantos años como neoyorkino, al igual que la mayoría, tenía una idea equivocada que fue cambiando en los últimos años cuando en mis anuales visitas durante ArtBasel empecé a disfrutar lo que la nueva Miami ofrece a nivel de arte, gastronomía y estilo de vida. Hoy en día es una gran ciudad, y me siento orgulloso de ser parte de su oferta creativa.

¿Cuáles son las diferencias entre el mercado neoyorquino y el del sur de la Florida?

Todavía estoy muy nuevo aquí como para responder a cabalidad esa pregunta. Quizás lo único que noto es que el negro no es un tono que Miami vista igual que New York. Y definitivamente hay más piel y color.

¡Definitivamente! En estos pocos meses me he reencontrado con muchísimos amigos y clientes venezolanos que llevaba tiempo sin ver; como comida venezolana casi a diario y en las fiestas siento que estoy en mi queridísimo país.

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