Shantall Lacayo El poderío de un ave fénix

Shantall Lacayo: El poderío de un ave fénix

Shantall Lacayo alzó vuelo para convertirse en la primera mujer latinoamericana en ganar Project Runway, la competencia de diseño de moda con mayor impacto global. Desde la Ciudad del Sol conversamos – en exclusiva- de los desafíos que tuvo que enfrentar para alcanzar tal galardón, y de sus nuevos proyectos enfocados en la internacionalización de su marca homónima.

Por: Jennifer Albornoz Figueras @jenn_albornoz Imágenes: Yorch Sans @yorchsansphoto

Shantall Lacayo El poderío de un ave fénix

Conozco de cerca el trabajo de Shantall Lacayo y puedo testificar fehacientemente que es una de las diseñadoras latinoamericanas más creativas y talentosas de la región. Para quienes la hemos visto crecer, no nos extrañó el anuncio de su triunfo: ganó el primer lugar del reality show estadounidense Project Runway, temporada 19, transmitido por Bravo TV y grabado en la Gran Manzana.

Desde 2004, el programa de televisión acapara la atención de retailers, inversionistas, firmas de lujo y por supuesto mantiene una audiencia cautiva ante el fascinante mundo de la moda. En cada episodio los diseñadores crean piezas únicas para demostrar que son dignos de exhibir sus colecciones en la Semana de la Moda de Nueva York, todo esto ante jueces de la talla de Christian Siriano, Nina Garcia, Elaine Welteroth y Brandon Maxwell.

Lacayo ya había participado en la primera edición de Project Runway Latinoamérica y, aunque logró llegar a la final, el ganador en esa ocasión resultó ser el colombiano Jorge Duque. Al respecto, reveló que gracias a esta experiencia aprendió a desarrollar su marca y decidió que debía dejar Nicaragua e irse a Estados Unidos, a fin de lograr un mejor posicionamiento.

El inicio de un sueño

Desde muy joven Shantall sabía que lo suyo era crear y dejar a Nicaragua en alto. Pese a que no pudo estudiar diseño de moda en su país natal, eligió instruirse en el área de mercadeo, profesión que la impulsaría a reinventar su marca a cabalidad. Al mudarse a Miami, en Estados Unidos, quiso enfocarse en la internacionalización de su sueño, allí comenzó a trabajar de lleno en su ecommerce, así como en piezas de joyería y calzados elaborados artesanalmente.

¿Qué fue lo más valioso y lo más complejo de estar en Project Runway?

Fue una experiencia enriquecedora y también muy estresante. Debes creer en ti y en tu talento. Soy muy crítica de mi trabajo. Quise presentar una colección más madura de la que presenté años atrás en Project Runway Latinoamérica. Sé que los jueces vieron en mí la constancia y un background detrás de la línea de la colección. Esta colección dejó impresionados a los jueces no solo por la destreza de la confección de las prendas, sino también por el diseño. Mi marca significaba una inversión más segura, al momento de inyectar capital a algo que ya tiene un nombre.

¿Qué vieron en ti para obtener la victoria?

La historia que había detrás de mi colección estaba bien cuidada y depurada. Las piezas eran utilizables para cualquier ocasión. Quise rendir homenaje a lo sostenible, mis raíces y los estampados que vi en Nicaragua y Latinoamérica. Apenas tuve un mes para confeccionar piezas mucho más couture. Sin nembargo, contaba con una colección sólida, y sabía que esta vez sí podía ganar el concurso. La primera vez que concursé supe que podía haberlo hecho mucho mejor. Ahora tengo más experiencia y creo en mi talento.

 

¿Cuál consideras es el mayor aporte de Proyect Runway para tu carrera?

Sin duda, la visibilidad. Como diseñadora nicaragüense siento que estamos llamando un poco la atención de la industria americana. Di un valor agregado al programa porque transmití un mensaje: inspirar a otros a lograr sus sueños.

Cuando conocí a Esteban Cortazar en la edición del programa para Latinoamérica, le confesé que su trabajo fue una gran inspiración. Deliraba cuando veía un editorial de él en alguna revista. Siento que esta oportunidad me permitió tocar el corazón de mi gente. Mi país estaba atravesando un momento de mucho duelo, y sabía que debía hacerlos sentir orgullosos.

Brandon Maxwell comentó en el programa que no conocía con exactitud tu estética, quién eras como diseñadora… ¿Cómo tomaste ese comentario?

Fue la mejor crítica que he recibido. Me replanteé quién era yo y qué era mi marca. Fue desafiante, viéndolo del lado positivo, porque en el programa yo no tenía mis herramientas y debía ingeniárselas con lo que tenía.

Algunos de los participantes te tildaron que eras una persona muy fría ¿qué opinas al respecto?

Tuve muchos momentos de estrés. Muchos creyeron que era súper fría. Siendo objetiva ayudé a muchos de mis compañeros en lo que podía. Sabía que era una competencia y que la decisión no sería fácil de tomar. Quisiera haber tenido una mejor relación con ellos. Al saber de mi triunfo muchos de ellos no quisieron compartir conmigo. No lo tomé a mal porque ya viví ese momento, sin embargo pensé que podíamos haber tenido una mejor relación.

 

Nuevas alas, nuevos destinos

Shantall se une ahora a la lista de ganadores, además de recibir un premio de 250 mil dólares y una mentoría de la CFDA (The Council of Fashion Designers of America). Actualmente, está desarrollando una línea de joyería que dará a conocer a mediados de año. Además, de asociarse con una empresa asiática que desarrolla pañuelos de lujo con los que creará en conjunto una línea de productos. “Seguiré trabajando en mi taller. Quiero aprovechar todo el conocimiento que pueda recibir

de la mentoría de la CFDA. Sé que con este aprendizaje podré enfocarme en una colección mucho más global. Mi nuevo enfoque es apuntar a tiendas de lujo como NET-A-PORTER y Saks Fifth Avenue, por ello debo mejorar mis canales de producción y tiempos de espera”.

 

Coordenadas: shantall.com @shantalllacayo