Yvonne León: El arte de convertir la memoria en tesoro

Con una herencia familiar de joyeros y una visión creativa que mezcla la nostalgia vintage con un espíritu irreverente y contemporáneo, Yvonne Léon se ha consolidado como una de las diseñadoras más singulares de París. Sus piezas —ear jackets, maxi rings, charms y colgantes icónicos— son mucho más que accesorios: son símbolos de identidad, libertad y emoción.

Fotografías: Cortesía de la marca

 

En el universo de la alta joyería, pocas creadoras logran fusionar tradición y modernidad con tanta naturalidad como Yvonne Léon. Criada en el entorno de un taller familiar, pero forjada también en las páginas de Vogue Paris, su trayectoria refleja una mezcla única de savoir-faire técnico, intuición artística y sensibilidad editorial.

Su joyería se inspira en tesoros vintage y en recuerdos personales, reinterpretados con colores vibrantes, formas atrevidas y ese refinamiento parisino que convierte cada pieza en una declaración de estilo. Hoy, desde su atelier en París y con presencia internacional en escenarios icónicos como Liberty London, Yvonne conversa con Velvet sobre intuición, identidad y el poder emocional de una joya verdaderamente atemporal.

En este 17° aniversario de Velvet, la intuición, el estilo y el poder del diseño se convierten en ejes centrales de una conversación que encuentra eco en la trayectoria de Yvonne Léon. Para la diseñadora parisina, el número 17 simboliza juventud, audacia y frescura: la capacidad de explorar sin miedo y de conservar intacta la chispa de la intuición en cada creación.

Antes de dar vida a su propia firma, Yvonne fue, ante todo, una amante apasionada de la joyería. Desde niña descubría tesoros en los cofres de su madre y su abuela, fascinada por la historia que cada pieza parecía narrar. Aquella fascinación, que empezó como coleccionista, la llevó a convertirse en creadora. De esos primeros recuerdos familiares surgiría una reinterpretación personal: un “ear jacket” inspirado en un diseño que su padre había hecho décadas atrás para su madre, transformado hoy en uno de los sellos de la casa.

El trabajo de Yvonne Léon oscila entre las referencias Art Deco y un modernismo audaz que rompe moldes. Su proceso creativo parte de la emoción que despierta un objeto vintage, para luego traducirlo en líneas frescas, proporciones inesperadas y colores vibrantes que lo sitúan en el presente. Esa dualidad, entre pasado y modernidad, se refleja en lo que ella misma define como la esencia del estilo parisino: refinamiento con naturalidad, elegancia sin artificio, piezas que se sienten tan ligeras como una segunda piel.

A lo largo de los años, sus diseños se han convertido en verdaderos íconos. El anillo Empress, los piercings earrings o los colgantes tipo ID tag han trascendido por su identidad propia. Para Yvonne, una joya alcanza la categoría de icónica cuando habla por sí misma, cuando transmite energía y logra que quien la lleva se sienta reconocida y empoderada. Esa conexión se refuerza en la forma en que sus clientas utilizan sus piezas: apilando anillos, superponiendo collares, combinando charms… cada gesto es un lenguaje personal, un alfabeto de estilo que celebra la individualidad.

Esa rebeldía sutil también se traduce en el espíritu lúdico de sus colecciones. Piedras de color, siluetas afiladas y formas inesperadas le confieren a su trabajo un aire punk y juguetón. Ella misma admite que le gusta torcer la tradición, darle vida nueva y vibrante a algo que podría considerarse clásico. Sin embargo, en cada propuesta hay un equilibrio entre vanguardia y atemporalidad. Para Yvonne, la clave de lo eterno está en la sinceridad del diseño: cuando una pieza transmite emoción, será siempre relevante, incluso al pasar de generación en generación.

Cada joya parece llevar consigo una carga íntima. Su intención es que quien la use sienta libertad, fuerza y un toque de magia. Porque la joyería, más allá del lujo, es también memoria: un recordatorio de amores, momentos y continuidades. Ella misma atesora piezas de su madre, que le recuerdan que el verdadero valor de un anillo o un collar radica en la energía y las historias que encierra.

El carácter parisino de su firma no es un simple sello de origen, sino una declaración de autenticidad. “Made in Paris” representa para ella el savoir-faire artesanal, el refinamiento y el alma de una ciudad que respira arte en cada rincón. Yvonne cuida que esa esencia atraviese cada etapa de la creación, aun cuando sus piezas viajan al mundo entero y conquistan espacios emblemáticos como Liberty London.

Mirando hacia adelante, Yvonne se mantiene fiel a sus musas: la naturaleza, los tesoros vintage, los recuerdos que esperan transformarse en joya. Su inspiración está en constante movimiento, siempre lúdica, siempre emocional, siempre con la promesa de sorprender. Porque, en sus palabras, una joya debe ser mucho más que un adorno, debe ser un pedazo de identidad, un instante de eternidad que vive sobre la piel.