Turquesa: La enigmática piedra turca

Utilizada como amuleto de protección, y también, gracias a su exótica belleza, como un talismán de lujo. A nivel espiritual, la turquesa se ha asociado a la intuición, por eso se le cataloga como el tercer ojo. También es conocida como la piedra de la sabiduría interior.

Origen del tercer ojo

Su nombre proviene de la palabra francesa pierre turquoise. La exótica piedra procede de los turcos que la comercializaban llevándola a Europa desde la lejana Persia como moneda de cambio. Sin embargo, ha estado presente como elemento de protección y veneración en civilizaciones milenarias.

Arqueólogos y científicos en sus excavaciones han registrado la presencia de brazaletes en algunas momias, así como otras joyas con esta piedra. Para los tibetanos representaban un amuleto de benevolencia, mientras que para los apaches era la conexión más directa y palpable con el cielo y el mar.

Tan brillante como celestial

Fosfato de cobre y aluminio, trazas de hierro, zinc junto a otros metales la componen. Su color varía de intensidad, se debate entre azul cielo, verde azulado o verde manzana. Su brillo pasa de mate a ceroso. Las turquesas de alta calidad se producen de manera limitada en minas pequeñas en regiones específicas del mundo.

Reloj Piaget lleva turquesas en su interior

En la joyería es una piedra muy utilizada. Marcas de lujo como Tiffany & Co., Roberto Coin y David Yurman priorizan el uso de esta piedra antigua en sus colecciones por su belleza y valor místico.

Brazalete con turquesas de Roberto Coin