Marina Bulgari: La aguerrida heredera de un emporio

Miembro de tercera generación de la famosa familia italiana de joyeros, era nieta de Sotirio Bulgari, el platero griego que fundó la famosa casa de joyería romana en 1884. Marina fue codirectora ejecutiva de Bulgari antes de partir para fundar su propia marca independiente, Marina B, en 1978. Décadas después su estilo distintivo se mantiene tan contemporáneo como siempre. Los diseños de Marina B siguen cautivando a estrellas como Rihanna, Alicia Keys y Jennifer López.

 

POR JENNIFER ALBORNOZ FIGUERAS @JENN_ALBORNOZ

FOTOGRAFÍAS cortesía de la marca

 

Marina Bulgari nació en Roma, Italia, en 1930, en el seno de una familia cuyo nombre es sinónimo de lujo. Su padre, Costantino Bulgari, fue el primogénito de Sotirio Voulgaris, fundador de la maison joyera Bulgari. Durante su infancia, Bvlgari fue una constante en la vida de Marina. Cuando su abuelo, Sotirio, falleció en 1932, su padre y su tío, Giorgio, se hicieron cargo del negocio familiar.

Ella desarrolló una pasión por el arte, el diseño y las matemáticas desde muy joven y, tras graduarse en el Saint Mary’s College de Inglaterra, regresó a Italia para contribuir con sus diseños al negocio familiar, que heredaría tras la muerte de su padre, Costantino. Su comprensión del estilo y la proporción de la joyería la convirtió en un activo clave para la marca, y junto con su hermana y sus primos, dirigió el negocio durante varios años antes de decidir separarse y diversificarse para fundar su propio negocio. Al no poder usar el nombre Bulgari profesionalmente, bautizó su empresa usando el nombre y la inicial de su apellido, Marina B.

Llena de ímpetu y talento abrió la primera boutique en Ginebra en 1978, y pronto le siguieron otras en París, Milán y Nueva York. Al elegir el nombre «Marina B», buscaba diferenciarse del apellido de su familia, y en poco tiempo, sus audaces diseños, que incorporan líneas geométricas y curvas pronunciadas con gemas y diamantes de colores vibrantes, le dieron a Marina su propio éxito.

De hecho, los diseños capturaron a la perfección el brillo y el glamur de los años 80, atrayendo a estrellas rutilantes como: Elizabeth Taylor, Sophia Loren y Grace Kelly, quienes eran conocidas por lucir Marina B para complementar sus vestidos en la alfombra roja. La estética clásica y la excelencia innovadora de Marina B inspiraron a una generación de mujeres a comprar joyas para sí mismas, un cambio revolucionario en su época.

La visionaria creía que las joyas debían ser adecuadas tanto para el día como para la noche. Solía usar elementos negros o perlas para acentuar los tonos de las piedras preciosas. El oro ennegrecido, el ónix y el nácar negros en sus creaciones realzan el brillo de los diamantes.

Marina desarrolló una nueva técnica, creando gemas lisas de corte triangular con bordes redondeados, formas que se denominaron «La Castaña» y, entre sus diseños emblemáticos, creaba joyas ensartando cuentas sin taladrarlas.

 

El camino de un titán de las gemas

 

Marina se mudó a Mónaco en 1993 para disfrutar de la combinación de belleza y seguridad, y continuó diseñando joyas hasta su jubilación definitiva a principios del año 2000. En 1999, vendió su empresa —incluyendo cientos de sus bocetos originales, molduras y joyas vintage— de sus extensos y meticulosamente conservados archivos, al jeque saudí de Yedda, Ahmed Fitaihi. Paul Lubetsky, director ejecutivo de Windsor Jewelers en Nueva York, adquirió la marca y todas sus pertenencias de Fitaihi en 2010.

En 2019, Guy Bedarida asumió el cargo de nuevo director creativo de la empresa, continuando así el compromiso con la herencia de Marina B. Esmeradamente ha lanzado joyas basadas en esos diseños y moldes originales, utilizando los mismos materiales. Bedarida continúa el enfoque de Marina B en la joyería de alta calidad, engastada con una variedad de gemas de colores y realzada con diamantes en pavé.

 

Hoy, bajo la dirección creativa de Guy Bedarida, exdirector creativo de Boucheron, Van Cleef and Arpel y John Hardy, Marina B continúa celebrando el legado perdurable y la inspiradora creatividad de Marina Bulgari, trayendo sus icónicos diseños al presente, manteniéndose fiel a su espíritu pionero.

 

Joya anclada en la Gran Manzana

La inauguración de la nueva boutique tuvo lugar el pasado mes de abril, marcando el inicio de las celebraciones del 50.º aniversario de la marca que se extenderán hasta 2026, lo que lo convierte en un momento significativo tanto en la historia de la marca como en el cambiante panorama del lujo en Madison Avenue. Diseñada como un joyero íntimo, la boutique fusiona tradición y modernidad, exhibiendo las colecciones Trisolina y Ondine, emblemáticas de Marina B —interpretaciones contemporáneas de la audaz estética de Marina Bulgari de los años 80— junto con alta joyería única y creaciones a medida.

 

Una frase que define su legado

“Marina Bulgari fue una mujer visionaria y valiente”, afirmó Jean-Christophe Babin, director ejecutivo de Bulgari, empresa controlada por LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton desde 2011. “Una diseñadora excepcional que supo innovar en el mundo de la joyería en momentos históricos complejos y con una determinación sin igual. La audacia con la que vivió su vida la hizo aún más única y un ejemplo para quienes tuvieron el privilegio de vivir junto a ella y para las generaciones futuras. Un miembro inolvidable de la familia Bulgari”.