Las joyas de una diva: Los diamantes de Marilyn Monroe

Ella, la diosa más emblemática de Hollywood. Ella, la mejor amiga de los diamantes. Ella, Marilyn Monroe. El ícono que una vez le cantó a Kennedy y que embrujó a propios y extraños. Su imagen cantando: “Los diamantes son el mejor amigo de las mujeres” en la película Los caballeros las prefieren rubias es parte de la cultura pop.

Aunque llamaba la atención de los espectadores gracias a sus provocativos atuendos y su exquisito gusto por las joyas, su colección personal no incluía piezas tan costosas como se creería. Norman Jean -su nombre real- tenía accesorios compuestos, principalmente, por joyas de fantasía.

Una de las más valiosas fue un regalo de Joe DiMaggio. El beisbolista y la actriz se casaron en 1954, luego de dos años de relación. Él le regaló un increíble collar compuesto por 39 perlas de 0.85 a 1 centímetros de diámetro, que compró en una tienda de la marca Mikimoto, en uno de los barrios más elegantes de Tokio, Ginza.

DiMaggio también le dio un anillo de compromiso (que fue, más bien, una alianza de matrimonio). Era relativamente sencillo, si tenemos en cuenta todos los lujos y el glamour que se asocia con la pareja. Se trata de un anillo elaborado en platino con 36 diamantes de corte baguette engastados. Una alianza que representaba la eternidad, de estilo elegante y discreto. Se cree que el anillo es una reliquia de la familia DiMaggio y que se vendió posteriormente en una subasta de la casa Christie’s por la asombrosa cifra de 772,500 dólares en 1999.

La mejor amiga de los diamantes

Una de las grandes promotoras de las piezas engastadas en diamantes fue Marilyn Monroe. Si bien nunca tuvo uno propio, recientemente fue subastado un diamante usado por la actriz en 1953 y que tuvo su momento de fama durante la presentación de Los caballeros las prefieren rubias.

Después de esta cinta, Monroe se convirtió en una verdadera embajadora del mundo del lujo, el glamour y la elegancia. Incluso recibió un premio de la Academia de Joyería con el título de «Mejor amiga de los diamantes».

Joyas icónicas

Una de las joyas más recordadas de la actriz fue la pieza ‘Luna de Baroda’; un gigantesco diamante amarillo que la icónica estrella lució en la misma película. Durante el lanzamiento de la cinta, Marily​​n usó esta joya de 24 quilates cuyo origen data de más de 3.000 años.

En materia de alta relojería, la diva tenía un reloj Blancpain estilo Art Déco con pavé de diamantes y platino, sin duda la pieza más valiosa de los recuerdos de la actriz que estuvo casada con el escritor Arthur Miller.